miércoles, 19 de enero de 2011

Mucho M.

Que gozada! Hoy volviendo de lavapiés tras unos miles de millones de cruces de mirada con un chaval, gracioso, llegué al capricho. Un impulso me llegó de la cabeza a las piernas que ellas solas me levantaron de mi asiento y me dirigieron a la puerta del vagón... salí, me quedaban quince minutos hasta que mi hermano pasara a buscarme así que me puse mi canción preferida del momento y comencé a andar a ritmo de la batería.
Seguro que los pocos que me lean sabrán de la sensación de la que hablo al decir que sentía mi cuerpo del revés
mi corazón más sensible que nunca, la gente acompasaba con sus caminares mis sentimientos...una y otra y otra vez escuché esa canción, 20 grandiosos minutos después llegó mi hermano y me devolvió a la realidad "¡plin!". Una pena...pero como dicen: Lo bueno, si es breve, dos veces bueno.

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