¿Hasta qué punto la verdad está creada por el lenguaje o procede del lenguaje? Relación con la felicidad

Pienso que la verdad de las cosas es algo que no se puede nombrar ya que nadie tiene ningún poder sobre la naturaleza de las coss como para ponerle nombre. Esto está relacionado con kant: Es cierto que vemos cada cosa con una forma y unos determinados colores pero eso no es mas que el resultado de nuestra propia estructura perceptiva combinada con la verdad. A lo que nosotros ponemos nombre es a esa combinación y creo que es imposible diferenciar entre las dos partes.
Lo mejor que podemos hacer es aceptar que el conocimiento verdadero existe y luchar siempre por encontrarlo a pesar de las evidencias que nos indican que no es posible encontrarlo.
Creo que para poder luchar por ello debemos bucear en nosotros mismos para encontrar la respuesta y dejar esa manía que parece que nos tranquiliza de tener que ponerle nombre a todo.
La felicidad es un ejemplo de todo esto a lo que me estoy refiriendo: La felicidad en sí existe y sabemos que existe aunque todo nos indique que jamás sabremos o apreciaremos lo que es porque nos empeñamos en ponerle un nombre y una definición concreta, que alguien ha decidido asignarle a ese sentimiento y que puede que hayamos llegado a ese sentimiento pero como no encaja con la definición que nos han dado consideramos que lo que sentimos no es felicidad, sino otra cosa que desconocemos; y eso es un comportamiento erróneo que tendemos a repetir a lo largo de nuestras vidas.
La felicidad, como todo, tiene su cara buena y su cara mala, pero creemos que todo es bueno y cuando vienen momentos duros no nos atrevemos a asignarle "felicidad" a lo que sentimos, damos por hecho que ese sentimiento es otro pero, ¿Qué es?.
Como resultado, creo que todo se basa en la percepción de las cosas y que nuestra mente está en una realidad paralela a la de nuestro cuerpo y eso hace imposible que podamos experimentar el conocimiento verdadero y que podamos nombrar cada una de las dos realidades en las que vivimos: cuerpo y mente.